Integra CEE y la Universidad de Deusto organizan un ‘escape room’ inclusivo para sensibilizar sobre discapacidad

Sensibilizar sobre discapacidad e igualdad de oportunidades desde un punto de vista integral y alejado de estereotipos. Ese es el objetivo de “Desafío sin barreras”, el escape room inclusivo que Integra CEE y la Universidad de Deusto organizaron ayer jueves y en el que, de una forma vivencial, una treintena de participantes tuvo oportunidad de ponerse en la piel de personas con discapacidad.

Se trata de una experiencia inmersiva que invita a la reflexión y la empatía del personal universitario. Una apuesta por reafirmar su compromiso con la inclusión y la accesibilidad no como eslóganes, sino como procesos vividos y compartidos para comprender que la discapacidad no reside en la persona, sino en un entorno que no se adapta, que acumula obstáculos y que, en muchos casos, invisibiliza a quienes los enfrentan.

Un recorrido por lo invisible: cinco salas, cinco realidades

Los equipos participantes recorrieron un circuito de cinco salas, cada una de ellas dedicada a experimentar una dimensión de la discapacidad: física, visual, auditiva, orgánica y psicosocial. Estos espacios son diseñados para generar una experiencia sensorial, emocional y cognitiva que simula las barreras con las que conviven a diario las personas con discapacidad y que los integrantes de cada grupo debían superar para lograr escapar del juego.

“El objetivo no es solo sensibilizar sobre las limitaciones físicas, sino ir más allá de lo visible y activar una conciencia profunda sobre aquellos obstáculos más intangibles que rara vez se verbalizan, como la soledad, el aislamiento, la frustración, el agotamiento emocional o la falta de conexión con el entorno cercano”, aseguró Marta Solares, gerente de Integra CEE en Euskadi.

La actividad, enmarcada dentro del Plan de Inclusión y Accesibilidad de la Universidad de Deusto, estuvo conducida por la Unidad de Apoyo a la Actividad Profesional (UAAP) de Integra CEE, un equipo técnico especializado en intervención social y discapacidad, cuya misión principal es la de garantizar el desarrollo profesional y el bienestar de las personas con discapacidad.

El personal universitario tuvo así ocasión de ir más allá de lo visible y de reconocer que cada persona, cada realidad, cada contexto y cada historia de vida son únicas, así como también sus dificultades.

En este sentido, Solares incidió en la importación de evitar hacer generalizaciones y entender que “la accesibilidad debe partir de la diversidad real y no de un modelo único de funcionamiento”.

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